Despedida, ruta, nudismo y hospitales
El 4 de abril, después de despedirnos de nuestras familias, cargamos nuestras mochilas y
partimos hacia la ruta. Tanto tiempo habíamos esperado ese momento que no podíamos creer que había
llegado. Las despedidas son raras, es
una de las pocas situaciones en donde la tristeza y la alegría parecen
encontrarse y generan esa sensación amarga de extrañar por adelantado. El
primer objetivo: Cataratas del Iguazú, 1300km por delante y la incertidumbre de
no saber qué puede pasar en el medio. Mármol, siempre tan eficiente en sus
acotaciones, supo plasmar el sentimiento de los cinco en una frase: "soy
una montaña rusa de sensaciones".
En las primeras 24hs visitamos
Luján (conocimos la basílica), Gualeguaychu (ciudad natal de Claypole) y Colón. Recorrimos 324km, gastamos $2000 en nafta y se nos quebraron las patas
del portaequipaje. Buena manera de empezar un viaje. Ya en Entre Ríos pasamos
la primera noche en Colón. Al otro día, nos dedicamos a buscar un herrero, un
mecánico y unos repuestos para el carburador de la kombi que, al parecer, es lo
que estaba haciendo que gaste tanta nafta. Después de dar un par de vueltas por
el pueblo nos encontramos con Jorge, un herrero en edad jubilatoria, que nos ayudó
a reforzar el portaequipaje, mientras Claypole se dedicaba a cambiarle unos
repuestos al carburador. Cuando estábamos en la casa de Jorge poniendo el
portaequipaje una señora grandota con
toda la pinta de abuela nos ofrece agua fría. Al irnos de su casa casi como un
presagio nos dice " Buen viaje, los de afuera siempre los van a querer ayudar". Qué bueno, los
de adentro ya lo estaban haciendo.
Con el portaequipaje arreglado
y los repuestos cambiados volvimos a la ruta. "El Comandante" gasta
mucho menos, pero va más lento (sí, eso
es posible). Después de un par de retoques en el motor, Claypole logra que la
kombi vuelva a andar en sus modestos 60km/h. Ese día pasamos la noche en una
estación de servicio en Ubajay. El segundo día de viaje hicimos 48km, en la
kombi cada kilómetro cuenta.
Claypole haciendo pulseras.
Amaneciendo en Ubajay
Al otro día nos levantamos
bien temprano y nos proponemos que, si la kombi no se encapricha, unir los
305km que separan Ubajay de Pasos de los Libres. Yendo desde Los Ángeles Azules
hasta Spinetta, de Bob Marley a Los Espíritus,
los primeros kilómetros van pasando sin ningún imprevisto, hasta que nos
para la policía. Como Burzaco colgó y no prendió las luces bajas, nos aplican
una multa de $2800. Bienvenidos a Entre Ríos porteños. Queriendo recuperar un
poco lo perdido le ofrezco al policía nuestros stickers con el logo de la
kombi, le explico que es a voluntad para apoyar nuestro proyecto a lo que me
responde "no tengo la billetera”. Típico.
A mitad de camino vemos al costado
de la ruta un cartel que dice Colonia Alemana. Alentados por los carteles de
Cerveza alemana y Salchichas Frankfurt entramos para ver qué onda. Damos un par
de vueltas por sus pocas calles, visitamos sus plantaciones de naranjos y nos
lamentamos de que no estén en temporada. Al poco tiempo de entrar al pueblo nos
encontramos con un gaucho con look de gringo (ahora entiendo lo alemán) y le
preguntamos qué podemos hacer ahí. Nos recomienda ir a una laguna y allí nos dirigimos.
Después de hacer un par de kilómetros nos encontramos con una laguna enorme y
una playa desierta. Aprovechando la situación, y alentados por Mármol, inauguramos
la primera playa nudista de Entre Ríos. Bañados y almorzados retomamos la ruta
y buscamos llegar a Paso de los libres antes de que caiga la noche.
Después de hacer unos kilómetros levantamos al primer pasajero de “El Comandante” fuera de Buenos Aires. Al bajarse de la kombi le ofrecemos nuestros stickers y nos da $100. Los de afuera de verdad te quieren ayudar (menos mal que no era policía). No soy un gran defensor del karma pero sí creo que si uno está dispuesto a ayudar es más propenso a recibir ayuda de los demás.
Después de hacer unos kilómetros levantamos al primer pasajero de “El Comandante” fuera de Buenos Aires. Al bajarse de la kombi le ofrecemos nuestros stickers y nos da $100. Los de afuera de verdad te quieren ayudar (menos mal que no era policía). No soy un gran defensor del karma pero sí creo que si uno está dispuesto a ayudar es más propenso a recibir ayuda de los demás.
"Você merece o que você sonha"
Burzaco siendo uno con la kombi e ilumado por el sol mira hacia el Lago de Colonia Alemana
Ta-Te-Ti
Nuestros primeras horas
en Pasos de los Libres se puede decir que estuvieron llenas de emociones. Después
de hacer un poco de música con Mármol en la plaza y no haber levantado ni un
peso (un tipo que escucho todos los temas mientras se cebaba unos mates nos
dijo “Acá nadie te va a dejar plata, son todos fachos”. Cuando se fue no nos dejó
ni una moneda. Siempre pensé que los fachos no se reconocían a sí mismo como
tales) fuimos con él y Claypole a buscar un lugar donde acampar. Cuando estábamos
emprendiendo la vuelta Claypole dice “Uh amigo me corte”. Con Mármol nos damos
vuelta y vemos que tiene todo el pie derecho lleno de sangre, en plena desesperación
le preguntamos a un kiosquero donde esta el hospital más cercano a lo que nos
responde “Tene´que ir pa´alla, pero queda re lejos”. Hicimos un par de cuadras
hasta que Claypole nos dice “Veo todo negro, no escucho nada”, lo apoyamos en
una pared y llamamos a Burzaco para que venga con la kombi. Como nosotros teníamos
las llaves del auto tuve que cruzar toda la ciudad corriendo dejando al
descubierto mi falta de ejercicio.
Una vez dentro de la kombi fuimos con Burzaco y Don Torcuato a buscar a los pibes. En medio de todo ese quilombo, Don Torcuato se baja de la kombi para pedirle ayuda un bombero y los perdemos de vista. Cuando llegamos a la escena del crimen veo a Claypole comiendo y poniéndose azúcar en la herida (jamás pensé que eso funcionaba). A los minutos llegó la ambulancia y acompañe a Claypole hasta el hospital. Aprovechando la situación le dejamos a la enfermera unos stickers y le preguntamos si esa noche había una fiesta en la ciudad. Toda la secuencia termino conmigo descalzo en la sala de emergencias, Burzaco, Mármol y Don Torcuato llegando al hospital guiados por los bomberos y Claypole con 3 puntos en el pie. Esa noche pegamos alta fiesta en el Club Náutico de Paso de los libres con entrada y caipiriñas gratis. Cuando dios cierra una puerta abre una ventana.
Una vez dentro de la kombi fuimos con Burzaco y Don Torcuato a buscar a los pibes. En medio de todo ese quilombo, Don Torcuato se baja de la kombi para pedirle ayuda un bombero y los perdemos de vista. Cuando llegamos a la escena del crimen veo a Claypole comiendo y poniéndose azúcar en la herida (jamás pensé que eso funcionaba). A los minutos llegó la ambulancia y acompañe a Claypole hasta el hospital. Aprovechando la situación le dejamos a la enfermera unos stickers y le preguntamos si esa noche había una fiesta en la ciudad. Toda la secuencia termino conmigo descalzo en la sala de emergencias, Burzaco, Mármol y Don Torcuato llegando al hospital guiados por los bomberos y Claypole con 3 puntos en el pie. Esa noche pegamos alta fiesta en el Club Náutico de Paso de los libres con entrada y caipiriñas gratis. Cuando dios cierra una puerta abre una ventana.
Claypole, la enfermera y yo yendo al hospital.
Lo que más me gusta de los viajes es esa
incertidumbre que te da el movimiento, levantarse en un lugar y no saber dónde
vas a dormir esa noche. Eso me da la sensación de que los días duran más de
24 hs, que cada segundo que pasa cuenta.
De este lado Argentina, en el medio el Río Uruguay y enfrente Brasil.
Comentarios
Publicar un comentario